Ghost of a drowned.
Tal vez te has seguido caminando sin hacer pausa, como temiendo que sea real. Y lo peor, ese momento de confusión, desde el instante que crees verlo hasta el momento en que no logras aclararlo, hace que tu corazón se acelere y a veces hasta te cuesta respirar. ¡Hasta sientes que el espejismo te saluda! Como si cualquier cosa que creíste o pudiste haber visto te hubiera reconocido también, como si se escondiera o te sonriera a las espaldas. ¡Hay quienes dicen que esos espejismos tienen miradas pícaras!
Regresando al primer momento en que ves el espejismo, puede que no le prestes atención y luego venga el acto reflejo, pero que tal que lo ves y dices “se me hace conocido de algo desconocido”, ¿te ha pasado?, como de esas cosas que sabes que existen, tal vez en otro lugar, en otro mundo, en otro momento, pero que te parece que ahí está, mirándote. Y te le quedas viendo fijamente, incluso entrecierras los ojos y sientes tus cejas enarcarse y tu nariz crecer, ¡como si eso te ayudara a reconocerlo de verdad! La cosa te mira también, de nuevo esa suposición de que te sonríe, o tal vez que te da la espalda. Pero en esta ocasión supongamos que te detuviste, lo miraste y te quedaste petrificado. Fue entonces cuando entrecerraste los ojos y el muy desgraciado te dio la espalda. ¡De nuevo te quedaste con esa duda!
Y si ese espejismo hubiera existido de verdad en otro momento y en otro lugar, lo primero que te preguntas es ¿cómo es posible? Y luego lo miras (tal vez ya no lo mires, tal vez ya se haya movido o tú hayas seguido caminando, entonces, luego lo imaginas: crees mirarlo ahí donde estaba-o donde tú estabas-), lo ves y entonces te preguntas ¿qué hace aquí? ¿Por qué? ¿Qué quiere? ¿A dónde va? Y lo peor, ¿será real?
¡Qué alguien te libre de esa mala pasada! Hasta sientes que sudas, sientes más fuerte el latir de tu corazón, tal vez no más rápido pero sí como que se te quiere escapar. ¡Y ese sudor en la frente, ese calor que te trepa! Entonces parpadeas con fuerza tratando de deshacerte de esa extraña ilusión. A que espejismos, los odio. Más cuando sabes que son fantasmas, y peor cuando es algún fantasma conocido desconocido. Y el desgraciado te saluda y se desaparece.
Comentarios
Publicar un comentario